domingo, 28 de febrero de 2016

RECETARIO

Esta semana iniciaremos los cursos formativos para entrenadores de fútbol, niveles 1 y 2, en la Conselleria de Valencia. El interés por comenzar otra nueva etapa es alto, tanto en el alumnado como en el profesorado. Este año seguiré impartiendo las asignaturas de Táctica en el Nivel 2 y Técnica en el nivel 3, este último durante el mes de junio, de manera intensiva.

Buena parte de los técnicos más jóvenes que llegan a estos cursos, suelen preguntarnos por ejercicios que mejoren tal o cual principio, gesto técnico o cualidad física. "Berna, mi equipo no presiona bien y se coloca muy mal en el terreno de juego, ¿qué hago?", me han preguntado en más de una ocasión. "¿Sabes rezar? " Contesto yo.

La idea en estos cursos no es la de facilitar una cantidad ingente de tareas que resuelvan los problemas de cada formador. Para eso ya existen en internet muchas, variadas y excelentes páginas web donde poder investigar y aprender. La intención es que comiencen a entender los conceptos de manera teórica y su aplicación práctica posterior. Que sean capaces de fijarse en aquellos detalles que pueden mejorar la calidad del ejercicio, pero sobre todo, van a mejorar la comprensión del juego en nuestros futbolistas.

Las tareas o los ejercicios que un técnico debe aplicar en su equipo, las mejores, son aquellas que han sido adaptadas o ideadas por uno mismo, en función de las características específicas de su grupo. Es decir, los ejercicios están enfocados según su edad, capacidad física, mental, categoría, nivel de los rivales, entre otras variables.

Sí, por ejemplo, pretendo que mi equipo presione de manera correcta y recupere el balón, deberé tener presente qué es presionar, para después tener claro qué detalles permiten tener éxito en este concepto defensivo. La teoría dice que presionar es tratar de arrebatarle el balón al equipo rival, o forzar su pérdida. Para conseguirlo tendremos en cuenta los siguientes DETALLES:

-     Estar muy cerca del poseedor del balón.
-     Estar juntos, los más próximos al poseedor del balón.
-     Estar escalonados para evitar la progresión del rival.

Si se dan estos tres detalles al mismo tiempo, JUNTOS, CERCA Y ESCALONADOS, aumentan las probabilidades de recuperar la pelota, objetivo final de la presión. Si cualquiera de estos tres aspectos no se cumple, lo normal es ser superado por el adversario. Por tanto, los detalles antes explicados son los que priorizaremos en el diseño de la tarea que inicie o mejore a nuestro equipo, en la presión colectiva.

Posteriormente deberemos observar que la presión va unida a otros principios defensivos como las coberturas, (detalles básicos de las coberturas), tipo de marcaje colectivo, (detalles básicos de los marcajes), permuta si somos desbordados, (detalles básicos de las permutas), basculaciones, (detalles básicos de las basculaciones), entre otros principios.

La presión colectiva va relacionada a gestos técnicos defensivos, como pueden ser la entradala anticipación, la interceptación, la carga, y todos sus detalles básicos, que además, van unidos a qué haré yo cuando recupere el balón, que dependerá de quién recupera la pelota, en qué lugar del campo, qué resultado hay en ese momento, cómo nos encontramos físicamente nosotros, los contrarios.

No podemos olvidar analizar los principios tácticos, los gestos técnicos, la capacidad física y la calidad en la elección de mejores opciones, de los jugadores rivales.
  
Lo visto en los párrafos anteriores influye directamente en la construcción de buenos ejercicios, los mejores del planeta, puesto que van a estar basados en situaciones reales de juego de mi grupo de jóvenes. No será una adaptación de un juego de posición que me explicó mi profesor, o que vi por internet que lo aplicaba Guardiola en el Barcelona.

Resumiendo, no pidas recetas. Piensa y analiza a tu grupo, entorno y demás aspectos influyentes en la enseñanza-aprendizaje del fútbol, y luego prepara tus medicamentos. Las recetas de otros no siempre son buenas para todo el mundo.




Imagen; http://www.lavozdegalicia.es




sábado, 20 de febrero de 2016

PIRATAS

Es muy difícil competir contra un club grande, del tipo Madrid o Barcelona. Se han convertido en multinacionales del fútbol, marcas que lo acaparan todo. Son los que más ingresos generan por publicidad, derechos de televisión, ilusión de niños, de mayores...

Se está llegando a tal punto, que la semana pasada leí la noticia e que la Directiva del Celta de Vigo, se negó a asistir a la comida previa al partido de Liga, una invitación cursada por los dirigentes del Barcelona. El motivo fue que el club catalán se había llevado con malas artes a un niño de categoría benjamín, 9 años, de la entidad gallega.

Esta forma de actuar no es nueva en el Barcelona. Ya ocurrió con Iniesta y el Albacete, no siendo recompensado el club manchego en nada, cuando convencieron a la familia de Andrés, un niño de 12 años.

Al Valencia también le "vacunó", birlándole un par de promesas alevines, que hoy destacan en la cantera azulgrana.

Como no se ponen de acuerdo en legislar estos temas, los clubes grandes se aprovechan de cualquier resquicio para obtener ventaja en la adquisición de jóvenes talentos de otros lugares. Si Barcelona o Madrid disponen de más dinero, y pueden fichar prácticamente a quien quieran en profesionales, sus plantillas son casi imposibles de superar. Si a eso le añades que pueden fichar a niños antes de que despunten, sus rivales más modestos tienen pocas opciones de competir frente a semejantes monstruos, provocando las siguientes consecuencias:

1. No cuentas con la opción de vender a tus jóvenes futbolistas para poder ingresar dinero que permita confeccionar plantillas más competitivas, y volver a invertir en la base.

2. Las diferencias se hacen mayores tanto en la base como en el profesionalismo.

3. Se desvirtúa el campeonato, pues es imposible plantarles cara en una temporada tan larga como la española.

4. Las grandes empresas solo les buscan a ellos. Son los que más atractivo tienen individual y colectivamente.

Este "pirateo" de entidades grandes ha llevado a situaciones como la del Arsenal, y otros clubes ingleses, de "abordar la nave catalana" para saquear a sus futbolistas de futuro más prometedor, como Cesc Fàbregas. Les plantean un contrato imposible de mejorar a esas edades, y la seguridad de jugar en un año máximo en la Premier League. "Donde las dan las toman", piensan algunos.

Se debería buscar un acuerdo por el que los chicos no salieran de casa tan pronto, más allá de lo que diga la legislación FIFA, entidad que ya ha comenzado a actuar frente a estos desmanes, dado los perjuicios que acarrea a los clubes más modestos. Si no es así, se avecinan tiempos de guerra fratricida por niños de cuna, adolescentes y casi profesionales.


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sábado, 6 de febrero de 2016

ORDEN

Es el primer concepto colectivo que, desde mi punto de vista, se ha de entrenar en el fútbol base. No importa la edad, así tengan 6 años, o se inicien en el mundo de la competición.

En el momento que nuestros niños se enfrentan a un partido, el juego nos obliga a estar ordenados, es decir, a tener repartidos los espacios del terreno, saber que unos jugadores ocupan las zonas próximas a nuestra portería, otros las zonas intermedias y los últimos aprovechan las zonas de la portería rival. No es buena idea que todos corran detrás del balón, sin sentido, como las abejas a la miel.

Esa ocupación del terreno de juego nos llevará a los sistemas de juego, los que nos orientan en ataque y defensa. No son posiciones rígidas. Deben ser flexibles, adaptadas a nuestros jugadores, a los rivales, a las características del campeonato, entre otras variables.

Parece ser que lo de entrenar táctica, movimientos ofensivos y defensivos más sistemas de juego, está mal visto porque resta creatividad a los niños. Nada más lejos de la realidad. El orden facilita el éxito de la tarea, provoca seguridad desde la que intentar cosas diferentes, activa la creatividad y nos une como grupo.

No puedo entender a aquellos entrenadores de menores, que no dediquen parte de cada entrenamiento del año a mejorar los sistemas de juego para que sus futbolistas piensen, entiendan el fútbol y se desarrollen como conjunto y como individuos.

Todo lo que no sea empezar a formar a los jóvenes desde el orden, saber de qué juego y qué tengo que hacer, es perder el tiempo de manera lamentable.

Imagen: scontent-mad1-1.xx.fbcdn.net
                               



PAJARITOS EN LA CABEZA


Un porcentaje muy elevado de niños y de padres o madres, tienen "pajaritos en la cabeza". Habló sobre las expectativas que se crean sobre el futuro como jugador profesional de fútbol, en chicos de apenas 10, 11 años de edad.

Es una locura lo que se vive en el fútbol base de Valencia, y supongo que será extensible a toda España. Chicos que dejan sus clubes de origen, el de su pueblo o barrio con la ilusión de fichar por un grande como el Valencia, Levante o Villarreal, en las categorías de fútbol 8.


Habría que dejar claro algunos puntos a las familias y a los chicos antes de decidirse a dar el paso hacia clubes profesionales.


1. Si el objetivo es llegar a ser futbolista profesional en estos clubes, deberíamos saber cuántos jugadores de la primera plantilla llegaron a la entidad con menos de 12 años. Hablando de memoria, sin comprobarlo, creo que no habrá más de dos jugadores por equipo, en el caso de que haya alguno, captado antes de los 12 años. Esta proporción es extensible a la mayoría de clubes de la primera División española. Quizás el Barcelona o el Ath. Bilbao tengan alguno más, pero es difícil que así sea. Por otro lado, ellos son una excepción por su forma de ver el fútbol.


2. Es mejor, a la luz de los datos del punto anterior, seguir jugando en el equipo más próximo a tu casa, junto a tu gente y en tu ambiente, hasta que tengas la madurez necesaria para afrontar retos mayores. Si un chico tiene nivel va a llegar si o si. Hasta entonces, lo mejor será desde mi punto de vista, que se centre en los estudios y en disfrutar con el juego. En los equipos profesionales es difícil compaginarlos, pues existe una gran competencia, poco compañerismo en ocasiones, muchos intereses, que pueden desorientar a los más pequeños si no tienen a una familia bien centrada por detrás.


3. Los clubes profesionales son empresas. Buscan productos para obtener unos rendimientos deportivos y económicos. En la base te preparan para eso, para aprender bien el oficio y poder desarrollarlo en cualquier lugar. Pero tienen claro que los jóvenes que estadísticamente tienen más probabilidades de alcanzar el profesionalismo, no son firmados antes de los 13, 14 años como muy pronto.


4. Cuando un chico llega nuevo a un club de élite debe tener claro que esa plaza fue ocupada por otro niño, que ahora ya no está. Hay que estar preparados familia y chavales para ese momento. Creo que se debe enfocar esta nueva situación, "me ha fichado"el Valencia, Levante o Villarreal, como un "contrato" por un año, renovable anualmente en función de mi rendimiento y del nivel de los futbolistas que están siendo observados fuera del club, y que también tienen ilusión por llegar donde ahora estás tú.


5. Los puntos anteriores los deberían exponer muy claramente los responsables del fútbol base de estas entidades a la llegada de las nuevas adquisiciones. Se evitarían una gran cantidad de disgustos, discusiones, faltas de respeto, pérdidas de dignidad y de amistades, al final del año cuando se notifican la lista de bajas.



ELEGIR CLUB

Hace unas semanas una madre me preguntó a qué club de fútbol podría apuntar a su hijo de 7 años. Al niño le encanta el fútbol, ha practicado otros deportes pero lo que más le gusta es el balón y la portería. Parece ser que no se le da nada mal.


Mi respuesta fue que lo llevaría a un club próximo a casa. A estas edades considero más importante los estudios y el aprovechamiento del tiempo en diferentes actividades, que centrarlo exclusivamente en el mundo de la pelota. Si vale y es competente, ya tendrá tiempo de jugar en clubes de mayor relevancia.


Habría que preguntar por el entrenador que se haría cargo del chico. Solicitaría una entrevista para conocerlo personalmente, y después pediría información a otras personas sobre el trato que dispensa a sus jugadores, dentro y fuera del terreno de juego. Me preocuparía por conocer qué valores deportivos y humanos le va a transmitir. Quiero saber si es coherente con lo que dice, hace y piensa.


Después de conocer la persona que tratará al chico, me interesaría por el grupo de compañeros que tendrá su hijo. Nivel de compañerismo, de trato con los padres y madres, nivel de relación entre las familias, es decir, si son personas educadas y correctas que no generan conflictos, o más bien todo lo contrario. El nivel deportivo también es importante, por lo que puedan aportar y mejorar al muchacho.


El aspecto económico de las cuotas a pagar sería otro de los puntos a revisar. Hay que ver si están a mi alcance o no. Lo último sería la información sobre las instalaciones, material y nivel deportivo del club.


La opción de los clubes profesionales queda descartada a esta edad. Respeto a las familias que tengan el objetivo de que su hijo del alma llegue a ser estrella del fútbol mundial, y piensen que lo mejor es llevarlo cuanto antes a los menores del Madrid, Barcelona, Sevilla, A.T. Madrid y demás. Estas entidades buscan jugadores muy maduros, centrados emocionalmente, disciplinados, capaces de superar adversidades deportivas rápidamente, y eso se consigue si el entorno es favorable. Ese entorno, cuando un niño destaca mucho, se encuentra cerca de casa, con los amigos de toda la vida, los que te quieren y no te envidian, que se alegrarán si un día triunfas. "Yo jugué con él", dirán. En un club profesional la frase, en la mayoría de los casos, de los compañeros que se quedaron en el camino será "él tenía padrino y yo no".


No hay nada mejor que rodear a los niños de gente positiva, entrenadores que se preocupen por ellos, por su formación, por su mejora personal, que no pongan nerviosos y eleven las expectativas por encima de lo que se puede alcanzar. Estas condiciones se dan muy a menudo cerca de casa. Hay pocas excepciones. Yo no conozco ninguna.


Si queremos lo mejor para nuestros hijos, pensemos mejor antes de decidir. Se piensa con el cerebro, no con el bolsillo, con los ojos o las uñas.


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ÁRBITROS EN EL FÚTBOL BASE

Pues creo que es una cuestión de educación y sentido común lo de respetar la autoridad del árbitro en las categorías formativas, que por algo se llaman así.

Es cierto que habrá colegiados muy malos, por usar el vocabulario "futbolero". Otros muy autoritarios, "chulos", que no aguantan nada, muy escrupulosos con las normas, poco dialogantes, rígidos, que no explican ni ayudan a entender el reglamento a los niños. Pero son una minoría, que cada vez serán más si nos empeñamos desde fuera en insultarlos y complicarles la labor. A ver quién es el valiente que sale a dirigir un partido recibiendo mil improperios, y el desprecio del resto de sujetos que acuden a un campo de fútbol. También los hay excelentes, pero de esos no se habla.


Yo propongo que hasta la categoría Alevín, 10-11 años, los partidos los arbitren los padres o madres que tantas lecciones dan desde la banda. Si no tienen valor, entonces que arbitren otros padres, para aprender a ponerse en el lugar del árbitro, para conocer y aplicar el reglamento en un partido oficial.



Debería pitar medio tiempo uno  de los padres o madres del equipo local, y la otra mitad los padres del equipo visitante. Por supuesto, deben percibir la cantidad económica que esté estipulada para cada categoría, descontando lo que se queda el colegio de árbitros. Que valoren si merece la pena la ganancia monetaria y la soflama recibida desde el exterior.

En el caso de que se estén jugando el campeonato, ya sabemos lo importante que es ganar La Champions en fútbol 8, podrían dirigir árbitros federados para evitar suspicacias o malos entendidos. Así tendremos al culpable de nuestra derrota bien identificado.

Si no se proponen alternativas desde los clubes, bien fundamentadas y respaldadas, la Federación, que son los mismos clubes, no hará ningún caso. Y de eso sí que tienen la culpa EXCLUSIVAMENTE los clubes. Si no propones, no dispones.

Lanzo esta idea al aire, que puede ser modificada y mejorada, en vez de quejarme, insultar o agredir al incompetente del árbitro. Los castigos desde la Federación están muy bien, pero mejor sería si dieran la oportunidad de "pitar" a gente mayor, padres, madres y demás familiares para dar buen ejemplo y EDUCAR DEPORTIVAMENTE a nuestros niños o niñas.

Los tiempos están cambiando y debemos adaptarnos a ellos, tomando si es posible la delantera. Repito, en el fútbol base hay que FORMAR, además de competir y las familias pueden y deben ayudar muchísimo.


Imagen: contrameta.com